jueves, 26 de junio de 2014
Te libero de mi loco afán de protegerte y defenderte ante todos, de mis excesivos mimos dulces que te asfixiaban... Te libero de mi tonto interés de saber cada día mas de ti; de los saludos de buenos días de los abrazos vespertinos y de los besos de buenas noches... de mis oraciones bendiciéndote y de mis sueños abrazada y aferrada a ti. Te libero... de mi absurda manía de tocarte, de decirte te amo en cada instante tanto... que desgaste la frase. Te dejo libre de mi costumbre de preguntar ¿cómo estas? ¿qué te hace falta? ¿qué necesitas? libre de mis inseguridades que me hacían complacerte, libre de mis miedos y de mis pequeñas dudas que te hacían rabiar... Estás libre por fin... de mis bromas tontas, de mi risa escandalosamente sonora a todas horas; libre de mi mirada que absorta te contemplaba. Te libero de mis silencios... esos,cuando tus pupilas se clavaban en mi y me dejabas sin palabras... libre de mis lágrimas infantiles cuando tu indiferencia me hería y de mis palabras "rebuscadas" para hablar de nuestras fallas... Te dejo libre de mi... de mis ratos de mal humor, de mi simpleza, de mis días grises de melancolía... libre al fin, de mi gran amor por ti. Te libero... porque al liberarte a ti me libero también yo de la dolorosa necesidad de necesitarte, de esta locura de ignorar a la razón, de este inmenso cariño que me tenía voluntariamente presa a ti... con mis alas amarradas a tus pies.
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