Se miran, se presienten, se desean,
se acarician, se besan, se desnudan,
se respiran, se acuestan, se olfatean,
se penetran, se chupan, se demudan,
se adormecen, se despiertan, se iluminan,
se codician, se palpan, se fascinan,
se mastican, se gustan, se babean,
se confunden, se acoplan, se disgregan,
se aletargan, fallecen, se reintegran,
se distienden, se enarcan, se menean,
se retuercen, se estiran, se caldean,
se estrangulan, se aprietan se estremecen,
se tantean, se juntan, desfallecen,
se repelen, se enervan, se apetecen,
se acometen, se enlazan, se entrechocan,
se agazapan, se apresan, se dislocan,
se perforan, se incrustan, se acribillan,
se remachan, se injertan, se atornillan,
se desmayan, reviven, resplandecen,
se contemplan, se inflaman, se enloquecen,
se derriten, se sueldan, se calcinan,
se desgarran, se muerden, se asesinan,
resucitan, se buscan, se refriegan,
se rehuyen, se evaden, y se entregan.
Oliverio Girondo
miércoles, 10 de septiembre de 2014
se miran.....
el amor es una enfermedad
El amor es una enfermedad de las más jodidas y contagiosas. A los enfermos, cualquiera nos reconoce. Hondas ojeras delatan que jamás dormimos, despabilados noche tras noche por los abrazos, o por la ausencia de los abrazos, y padecemos fiebres devastadoras y sentimos una irresistible necesidad de decir estupideces.
El amor se puede provocar, dejando caer un puñadito de polvo de quiéreme, como al descuido, en el café o en la sopa o el trago. Se puede provocar, pero no se puede impedir. No lo impide el agua bendita, ni lo impide el polvo de hostia; tampoco el diente de ajo sirve para nada. El amor es sordo al Verbo divino y al conjuro de las brujas. No hay decreto de gobierno que pueda con él, ni pócima capaz de evitarlo, aunque las vivanderas pregonen, en los mercados, infalibles brebajes con garantía y todo.
EDUARDO GALEANO
cuando sepas de mi
CUANDO SEPAS DE MI...
“Cuando sepas de mí, tú disimula. No les cuentes que me conociste, ni que estuvimos juntos, no les expliques lo que yo fui para ti, ni lo que habríamos sido de no ser por los dos. Primero, porque jamás te creerían. Pensarán que exageras, que se te fue la mano con la medicación, que nada ni nadie pudo haber sido tan verdad ni tan cierto. Te tomarán por loca, se reirán de tu pena y te empujarán a seguir, que es la forma que tienen los demás de hacernos olvidar.
Cuando sepas de mí, tú calla y sonríe, jamás preguntes qué tal. Si me fue mal, ya se ocuparán de que te llegue. Y con todo lujo de detalles. Ya verás. Poco a poco, irán naufragando restos de mi historia contra la orilla de tu nueva vida, pedazos de recuerdos varados en la única playa del mundo sobre la que ya nunca más saldrá el sol. Y si me fue bien, tampoco tardarás mucho en enterarte, no te preocupes. Intentarán ensombrecer tu alegría echando mis supuestos éxitos como alcohol para tus heridas, y no dudarán en arrojártelo a quemarropa. Pero de nuevo te vendrá todo como a destiempo, inconexo y mal.
Qué sabrán ellos de tu alegría. Yo, que la he tenido entre mis manos y que la pude tutear como quien tutea a la felicidad, quizás. Pero ellos… nah.
A lo que iba.
Nadie puede imaginar lo que sentirás cuando sepas de mí. Nadie puede ni debe, hazme caso. Sentirás el dolor de esa ecuación que creímos resuelta, por ser incapaz de despejarla hasta el final. Sentirás el incordio de esa pregunta que jamás supo cerrar su signo de interrogación. Sentirás un qué hubiera pasado si. Y sobre todo, sentirás que algo entre nosotros continuó creciendo incluso cuando nos separamos. Un algo tan grande como el vacío que dejamos al volver a ser dos. Un algo tan pequeño como el espacio que un sí le acaba siempre cediendo a un no.
Pero tú aguanta. Resiste. Hazte el favor. Háznoslo a los dos. Que no se te note. Que nadie descubra esos ojos tuyos subrayados con agua y sal.
Eso sí, cuando sepas de mí, intenta no dar portazo a mis recuerdos. Piensa que llevarán días, meses o puede que incluso años vagando y mendigando por ahí, abrazándose a cualquier excusa para poder pronunciarse, a la espera de que alguien los acogiese, los escuchase y les diese calor. Son aquellos recuerdos que fabricamos juntos, con las mismas manos con las que construimos un futuro que jamás fue, son esas anécdotas estúpidas que sólo nos hacen gracia a ti y a mí, escritas en un idioma que ya nadie practica, otra lengua muerta a manos de un paladar exquisito.
Dales cobijo. Préstales algo, cualquier cosa, aunque sólo sea tu atención.
Porque si algún día sabes de mí, eso significará muchas cosas. La primera, que por mucho que lo intenté, no me pude ir tan lejos de ti como yo quería. La segunda, que por mucho que lo deseaste, tú tampoco pudiste quedarte tan cerca de donde alguna vez fuimos feliz. Sí, feliz. La tercera, que tu mundo y el mío siguen con pronóstico estable dentro de la gravedad. Y la cuarta, -por hacer la lista finita-, que cualquier resta es en realidad una suma disfrazada de cero, una vuelta a cualquier sitio menos al lugar del que se partió.
Nada de todo esto debería turbar ni alterar tu existencia el día que sepas de mí. Nada de todo esto debería dejarte mal. Piensa que tú y yo pudimos con todo. Piensa que todo se pudo y todo se tuvo, hasta el final.
A partir de ahora, tú tranquila, que yo estaré bien. Me conformo con que algún día sepas de mí, me conformo con que alguien vuelva a morderte de alegría, me basta con saber que algún día mi nombre volverá a rozar tus oídos y a entornar tus labios. Esos que ahora abres ante cualquiera que cuente cosas sobre mí.
Por eso, cuando sepas de mí, no seas tonta y disimula.
Haz ver que me olvidas.
Y me acabarás olvidando.
De verdad.”
Autor: Risto Mejide
ya sabes todo !!
Bueno supongo que ahora ya sabes todo, sabes de mis miedos y traumas, sabes que suelo huir todo el tiempo y que terminar y cerrar ciclos es todo un reto para mi. Ahora ya sabes que me pierdo mirando las nubes y que me da por hablar sin control si noto que me pones atención. Ahora ya sabes que eso de que estoy loca no es broma, así como sabes que decir para que pierda el control. Supongo ya sabes que camino lento y me río tan alto, tan libre. Ahora sabes que soy vulnerable y frágil. Que suelo ser confianzuda y que a la menor provocación acaricio. Me sorprendió que no corrieras, que te quedaras como los valientes a mirarme hablar y a escucharme con los ojos. A observarme mientras yo fingía que no lo hacia y aparentar que no lo notaba. Ahora que lo sabes y no has huido, ahora que te quedas y ves el mundo conmigo, amigo, cómplice por favor… Abrázame y junta mis pedacitos despacio. Ahora que has visto a este monstruo abrázame fuerte, abrázame alto."
-Habla mi ego, Mercedes Reyes Arteaga
como poder explicarlo
Como poder explicarlo
Con palabras apenas
Sin que la pasion del sentimiento
Se apodere de las letras.
No escribo solamente,...
siento y vivo cada verso.
como gotas de la lluvia
van cayendo mis lagrimas
sobre mi mas fiel testigo
como lo es este pedazo de papel.
Quiero pensar que no vivo
sino solo sueño,
duermo nada mas.
quiero pensar que el mundo
es solo una ilusión.......
lectura para esta noche
Lectura para esta noche:
Desafiando al maestro
¿El pájaro está vivo?
El joven estaba concluyendo su periodo de preparación, y muy pronto pasaría a enseñar. Como todo buen alumno, necesitaba desafiar a su profesor, y desarrollar su propia manera de pensar. Así que capturó un pájaro, lo agarró con una mano, y lo llevó hasta él:
-Maestro: ¿este pájaro está vivo o muerto?
Su plan era el siguiente: si el maestro dijera “muerto”, él abriría la mano y el pájaro se echaría a volar. Si la respuesta fuese “vivo”, él lo aplastaría entre los dedos. De esa manera, el maestro siempre estaría equivocado.
-Maestro, ¿el pájaro está vivo o muerto? – insiste.
-Mi querido alumno, esto va a depender de ti – es el comentario del maestro.
El aprendiz indeseable
-No tenemos puertas en nuestro monasterio –le comentó Shantih al visitante.
-¿Y qué pasa con las personas inoportunas, que vienen a perturbar la paz del lugar?
-Las ignoramos, y acaban marchándose.
-¿Nada más? ¿Y eso da resultado?
Shantih no respondió. El visitante insistió algunas veces más. Viendo que no obtenía respuesta, resolvió partir.
“¿Has visto como sí que funciona?”, se dijo Shantih, sonriendo.
El yogui y el loco
Nasrudin, el maestro loco de la tradición sufí, pasa frente a una gruta, ve a un yogui en plena meditación, y le pregunta lo que está buscando.
-Observo los animales, y he aprendido de ellos muchas lecciones que pueden transformar la vida de un hombre – dijo el yogui.
-Enséñame lo que sabes, y yo te enseñaré lo que aprendí, pues, en cierta ocasión, un pez me salvó la vida – responde Nasrudin.
El yogui se queda asombrado: si un pez salvó la vida de aquel hombre, debe tratarse sin duda de un santo. Decide, por tanto, enseñarle todo lo que sabe.
Cuando termina, le dice a Nasrudin:
-Ahora que te he enseñado todo lo que sé, sería para mí un honor escuchar la historia de cómo un pez te salvó la vida.
-Fue sencillo. Yo estaba casi muriéndome de hambre cuando lo pesqué, y gracias a él conseguí sobrevivir tres días.
Iluminación en siete días
Buda afirmó frente a sus discípulos: el que se esfuerza, puede alcanzar la iluminación en siete días. Si no lo consigue, sin duda lo logrará en siete meses, o en siete años.
Un joven se propuso conseguirlo en una semana, y quiso saber cómo debía actuar. “Concentración” fue la respuesta.
El joven empezó a practicar, pero diez minutos más tarde ya se había distraído, y consideró que no estaba perdiendo el tiempo, sino habituándose consigo mismo.
Un buen día decidió que no era necesario llegar tan rápido a su meta, pues el camino le estaba enseñando muchas cosas.
Y fue en este momento cuando alcanzó la iluminación.
lunes, 8 de septiembre de 2014
las mujeres !!
LAS MUJERES .
Todas las mujeres bellas son las que yo he visto,
las que andan por la calle con abrigos largos y minifaldas,
las que huelen a limpio y sonríen cuando las miran.
Sin medidas perfectas, sin tacones de vértigo.
Las mujeres más bellas esperan el autobús de mi barrio,
o se compran bolsos en tiendas de saldo.
Se pintan los ojos como les gusta
y los labios de carmín de chino.
Las flores del desierto son las mujeres
que tienen sonrisas en los ojos,
que te acarician las manos cuando estas triste,
que pierden las llaves al fondo del abrigo,
las que cenan pizza en grupos de amigos
y lloran solo con unos pocos,
las que se lavan el pelo y lo secan al viento.
Las bellezas reales son las que toman cerveza
y no miden cuantas patatas han comido,
las que se sientan en bancos del parque con bolsas de pipas,
las que acarician con ternura a los perros que se acercan a olerlas.
Las preciosas damas de chándal de domingo.
Las que huelen a mora y a caramelos de regaliz.
Las mujeres hermosas no salen en revistas, las ojean en el medico,
y esperan al novio ilusionadas con vestidos de fresas.
Y se ríen libres de los chistes de la tele,
y se tragan el fútbol a cambio de un beso.
Las mujeres normales derrochan belleza, no glamour,
desgastan las sonrisas mirando a los ojos,
y cruzan las piernas y arquean la espalda.
Salen en las fotos rodeadas de gente sin retoques,
riéndose a carcajadas, abrazando a los suyos
con la felicidad embotellada de los grandes grupos.
Las mujeres normales son las auténticas bellezas,
sin gomas ni lápices. Las flores del desierto son las que están a tu lado.
Las que te aman y las que amamos.
Sólo hay que saber mirar más allá del tipazo, de los ojazos ,
de las piernas torneadas, de los pechos de vértigo.
Efímeros adornos, vestigios del tiempo, enemigo de la forma y
enemigo del alma. Vértigo de divas, y llanto de princesas.
La verdadera belleza está en las arrugas de la felicidad.
Mario Vargas Llosa.