Puse tu risa en un vaso con lágrimas y la vertí sobre mi garganta, seca de tragar letras. Y ahogado en ti, te dejé salir.
No hace falta que te pares por aquí si no quieres, voy a dejar escrito cuánto te quiero. Te quiero, sí que lo hago.
Te quiero como me mira la noche infinita, cuando forma constelaciones sin saberlo, así te quiero cuando me miras y no te das cuenta de lo que veo.
Te quiero como me abraza el viento frío, cuando me abriga entre el sol y el mundo, así te quiero cuando me abrazas y no te das cuenta de lo que siento.
Te quiero como me roza el alma un buen poema, y me eriza la piel cada verso, así te quiero cuando recuerdo tus labios.
Te quiero de tantas formas que no sé quererte.
Te quiero nada más para un tiempo o dos tiempos, no sé cuántos de esos tenga una vida.
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