"Entonces así es como decidí que terminara todo, como una buena cobarde no tuve la fuerza suficiente como para enfrentarlo y decirle que no estaba dispuesta a tener su amistad, que después de haber probado las mieles de su amor, como una niña adicta al azúcar, me convertí en una adicta a sus labios, a su piel, a los hoyuelos de sus mejillas. No reuní la entereza suficiente como para decirle: basta, me marcho. Sólo tomé la ventaja de la distancia, me desaparecí de su vida… Y así como me fuí, el no volvió... Ni me buscó, fue exactamente como él dijo... “Será como si nunca hubieses aparecido en mi vida”…Y aquí estoy yo, escribiéndole a quien no debo, pensándolo aún, sabiéndolo ajeno."
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